Desde que nacemos estamos sometidos a una fuerza tiránica que no sean puja hacia el suelo. La gravedad comprime las vértebras de la columna, fuerza a los músculos a permanecer en tensión y obliga al corazón a bombear con esfuerzo la sangre para que ésta llegue hasta todos los rincones del cuerpo.
Pero¿qué sucedería si durante un instante se viese el mundo al revés? colgados de cabeza abajo se producen cambios fisiológicos que pueden mejorar el rendimiento de muchos órganos y ayudar a la salvación de enfermedades. Este es el secreto de la Gravitoterapia: descomprimir el cuerpo imitando la forma de descansar de los murciélagos.
“ Cuando el cuerpo cuelga cabeza abajo en suspensión no realiza ningún esfuerzo y permanece en estado puro de atracción natural”, asegura Antonio Munné, creador de la Gravitoterapia hace 30 años.
“ Se trata de un método terapéutico y de prevención que, junto un masaje especializado, simula la ausencia de peso al oponerse a la compresión gravitacional a la que diariamente estamos todos expuestos”, explica.
La fuente de inspiración de este terapeuta fue el conocimiento de las técnicas de suspensión cabeza abajo utilizadas por deportistas en Estados Unidos. “ La idea parecía buena, pero se descuidaban aspectos fundamentales: los brazos colgaban, los pies se abrían hacia delante y la cabeza se desplazaba hacia atrás, provocando una postura que creaba tensiones y acortaba la musculatura lumbar”, aclara Munné.
La solución fue la creación de la terapia de gravedad dirigida, en la que la posición en la que cuelga la persona ha sido muy estudiada para que la musculatura no se fuerce y se haga más flexible, ya que según Munné muchos de los problemas que padecemos provienen del excesivo fortalecimiento de los músculos.
Por otra parte, la revitalización de los sistemas y la relajación muscular generan una agradable sensación de calma. El estiramiento muscular, acompañado de la descompresión de los discos invertebrales de la columna, y de una elongación de todo cuerpo, consiguen un curioso efecto secundario: el aumento de estatura personal en varios centímetros.
Pero donde esta terapia consigue sus mejores logros es en las dolencias de espalda. Al suavizar las curvaturas de la columna vertebral, está indicada para problemas cervicales, lumbares, discos herniados, ciática y escoliosis.
Dos o tres sesiones semanales, de unos 10 minutos cada una, bastarían para solucionar un problema físico, mientras que para el mantenimiento y prevenir es suficiente una sesión semanal.
Las únicas personas para quienes esta técnica estaría contraindicada, serían aquellas que padecen hipertensión, glaucoma, o desprendimiento de retina. Y lo más cómodo de la Gravitoterapia: una vez que se ha aprendido correctamente, esta técnica se puede practicar, sin ningún problema, en nuestra casa.
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