miércoles, 17 de septiembre de 2008

Atrapados en el dilema familar

Muchas personas de edad media se encuentran atrapadas (como un emparedado) entre tratar de cumplir con las necesidades de sus propias familias y las necesidades de sus padres ancianos.

Equilibrar estas responsabilidades es todavía más desafiante y exigente cuando los hijos que proveen este cuidado, también trabajan a tiempo completo o tienen demandas adicionales. Cuando la persona que provee este cuidado se encuentra con muchas exigencias, sentimientos de culpabilidad, resentimiento y agotamiento pueden ser los resultados.

Aunque no hay respuestas fáciles para este dilema, hay algunos consejos que las personas pueden usar para reducir la tensión nerviosa que resulta de sentirse atrapados en medio:

Desarrolle una estrategia personal para manejar la situación:

  • Establezca prioridades o límites.

  • Haga una lista de familiares y amigos que pueden ayudar.

  • Hable con otras personas que cuidan a sus padres.

  • Enfatice lo positivo de cuidar a su familia (padres ancianos).

  • Tome tiempo exclusivamente para usted.


Mantenga las líneas de comunicación abiertas:

  • Busque comunicación clara con sus padres y personas de otras generaciones que son afectadas.

  • Hable abiertamente sobre conflictos con la intención de resolverlos.

  • Negocie con todas las personas involucradas para lograr metas comunes.

  • Reconozca que relaciones tensas pueden requerir de un esfuerzo extra para mantener una comunicación abierta.


Utilice la asistencia de profesionales, agencias y organizaciones:

  • Use servicios disponibles incluyendo asistencia y cuidado de salud en casa, servicios de limpieza del hogar o comidas entregadas a domicilio.

  • Considere la posibilidad de un grupo de apoyo local de cuidadores.

Aunque estar atrapado entre generaciones puede ser muy tenso, también puede ser una experiencia muy positiva:

  • Su vida será enriquecida al ayudar a otros.

  • Usted puede experimentar una relación muy cercana con otro miembro de su familia.

  • Usted puede considerar sus propias necesidades para cuando llegue sea anciano(a).

  • Sus hijos aprenderán a enfrentar situaciones similares a través de su ejemplo.

Recuerde que lograr nuestro bienestar comienza con nosotros mismos.



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